El canal de la Sierra de Gata

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El huerto de los hermanos J – capitulo 9 – «Toma que tomatá»

Venga, subimos la apuesta. Sentados en la barra de un casino huerteril miramos al crupier con confianza, la confianza del que apura el cuarto whisky de la noche. Somos los Hermanos J, ¿A qué esperas para darnos más fichas?

Sabemos que todo buen huerto que se precie tiene que apostar por variedad y calidad. Nuestra ruleta rusa llena de lucecitas se para en un color, el rojo, el rojo de unos tomates que son ya nuestra tercera plantación y la alegría de un terreno que sigue creciendo.

De nuevo nuestro maestro huertero de cabecera, Don Jose María (El Paraca) nos pega un aviso, “dagales, ya podéis venir a por los tomates”. Nos ponemos en marcha, sabemos que aumentar el cultivo es aumentar también las horas de curro en nuestra parcela, pero queremos tener de todo, y vaya si tenemos de todo.

Nuestro amigo Chema nos tiene preparados, Tomates gordos, de los de aquí de siempre, tomates de pera, tomates negros, y tomates de mata baja. A esos, les sumamos unas de cherry que ya habíamos puesto.

Días antes, volvimos al capítulo uno, ampliar el terreno para la segunda fase nos llevó otra tarde de quitar cosped, y arar a mano.

Fuente del Prao abre su tierra, sus caños a torno, y tate, AQUÍ HAY TOMATE.

Camarero, otro doble, tenemos más fichas, más terreno que atender. Pero esto para los Hermanos J a estas alturas del juego no es nada. Seguimos avanzando.

Nuestro grito resuena atronador entre los caños

SACHEAR, SACHEAR, SACHEARRRRRRRR!!


El huerto de los hermanos J – Capítulo 8 – Cuida tu cebollino

Nuestro tablero sigue en marcha, ponemos más piezas en juego y vamos a por todas. En este caso, otro elemento que no puede faltar, la CEBOLLA. En este caso las plantas corren de nuestra cuenta, no nos quedamos cortos, aproximadamente unos 200 pies de cebolla, están instalados ya en nuestra explanada.

Entre ellos, dos clases, cebolla blanca, la gran mayoría, y cebolla colorada, regalo del buen hombre del puesto en el que hemos hecho la adquisición.

Así que, Raisiguer y el menda enfilan otra tarde a Fuente del Prao, para que el huerto siga creciendo tenemos que ir añadiendo cultivos. Nuestro gran dilema queda pronto resuelto, en esta ocasión hemos recibido muchos y buenos consejos, pero a la hora de poner las cebollas, a caño, a era, nosotros elegimos la última, pues para el posterior mantenimiento nos será más fácil de esta manera.

Arranca la siembra, y según miras pa´tras el manojo parece no bajar, el terreno cada vez se viene a menos, Rasiguer, para, tenemos que juntarlas un poco más, de nuevo abrimos más los bordes de la era, otra fila más. Segunda siembra y cuesta acostumbrarse a medir cultivo y terreno necesario. ECUACIÓN MUY IMPORTANTE.

Pasa la tarde y las hemos puesto todas. Los Hermanos J respiran tranquilos, por fin, y poco a poco nos damos cuenta de que vamos adquiriendo OJO HUERTERO, medir, calcular, etc, pero aún quedan muchas clases, mucho curro…

Que resuene nuestro grito de guerra.

SACHEAR, SACHEAR, AU AU AU….


El huerto de los hermanos J – capitulo 7 – Lechuguitas Power

“El escenario está dispuesto, las piezas ya se mueven” decía el bueno de Gandalf el blanco en la peli, justo antes de las últimas batallas. Pues bien, a nosotros nos viene que ni pintada esta frase.

Hemos tardado, en cavar, estercar, estancar… pero por fin tenemos todo preparado. Nuestra tierra ha comido y ha bebido de las lluvias primaverales. Nuestro estanque ha sido reforzado por el mejor de los maestros albañiles, nuestro tablero está preparado, faltan las piezas.

Las piezas las fuimos a buscar lejos de allí. Nuestros huerteros de cabecera, ya nos habían informado que las estaban criando, y allí acudimos, a aprender de los maestros, de los sabios del caño y la azada, de los echaeros y las tupineras. Sabios y pacientes nos han dado técnicas, han compartido con estos dos muchachuelos su saber antiquísimo, y esperan con ilusión que todo vaya hacia adelante.

Patrick arranca la C15, rumbo a Fuente del Prao, el tablero dispuesto, y otro gran invitado se suma al momento de la siembra, Miguel, “el hombre del carretillo”, él va seleccionando los mejores ejemplares y nos los tiende, supervisa el proceso y nos da consejillos también. Y tras un par de horas, boom, nuestras lechugas están en posición, en cinco cañitos, mimadas por el agüita que Patrick y un servidor vertemos con cuidado sobre ellas.

Hemos empezado la siembra, nuestro tablero ya está dispuesto, y ahora, sí, LAS PIEZAS YA SE MUEVEN.Sumamos un nuevo oficio, ya no todo será cavar, sino, que además, se nos une el regar, CAVAR Y REGAR hermanos huerteros.

AU, AU, AU. Nuestras lechuguitas os mandan saludos.


El huerto de los hermanos J – capitulo 6 – Arreglando el estanque

Volvemos a la carga, con las instrucciones precisas de nuestro Fernando Cayetano, transportamos los materiales, raspamos bien agujeros y sacamos la poca agua que quedaba en el estanque. Luchamos con fuerza una vez más contra los elementos, luchamos, nos hacemos fuertes, nuestras tropas tienen preparado el cerco para caer sobre el estanque.

La llegada de Fernando Cayetano con Juli nos da aire. Atacamos, y conseguimos poner orden en el caos, limpieza, saneamiento, nuestro estanque es un muro inexpugnable a los elementos. Por si fuera poco, Julen el Canas acude para apoyarnos en tan ardua batalla. Tras una tarde paleteo y cemento está terminada nuestra obra más importante. Nuestro estanque está preparado ya para recibir las aguas de fuente del Prao, aguas que darán vida a nuestros sembrado.


El huerto de los hermanos J – capitulo 5 – Parte primera, Oh no, tiene pérdidas

Nos las dábamos de guays, así que enfilamos calleja arriba a nuestro terreno, ese que ya tantos habéis visto y los que han estado allí siempre dicen lo mismo: “Pos parecía más grande”.

El caso es que aquellos lodos, aquella maldición antigua sigue pesando en nuestro terruño, nuestra desagradable sorpresa nada más llegar por quinta vez, mierda, tiene pérdidas, este estanque no es tan top como nosotros creíamos.

Destapamos para que las aguas nos dejen ver aquellos agujeros negros que nos están robando el tan preciado líquido elemento.

Y vemos, vemos con tristeza que el huerto está en el filo de la navaja, si no solucionamos esto, adiós a la siembra, no la podremos mantener en tiempo estival. Los Hermanos J se sientan y reflexionan sobre la tragedia que se cierne sobre sus cabezas.

Entonces, tras darle vueltas, nuestros antepasados Romanos acuden en nuestra ayuda. Fueron los Romanos, los constructores de acueductos, puentes, cloacas, y tantos ingenios acuáticos. Claro Reisiguer, metamos un tubo y no dejemos que el agua entre, así, con el suelo seco y raspado, podremos proceder a Bricoarreglo, pero Reisiguer sabe, igual que yo, que nosotros estamos más en el terreno agrícola, así que llamamos a nuestro albañil de cabecera, Fernando Cayetano, y en esas estamos, esperando a este dagal.


El huerto de los hermanos J – capitulo 4 – Interludio

 

No pasaron ni 48 horas, y las calamidades llegaron a Fuente del Prao. Al limpiar el estanque, Los Hermanos J desataron fuerzas que ni ellos mismos fueron capaces de entender. Esas fuerzas campan a sus anchas. Son la causa de cinco días seguidos de agua sin interrupciones. De caminos desbordados por el agua y el barro. De sembrados vecinos inundados, cebollinos flotantes, patatas con chaleco salvavidas, humedad por doquier.

 


El huerto de los hermanos J – Capítulo 3

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 Capitulo 3

«Toma regadío»

Los dos sujetos se lanzan a la carga a por la hiedra, el lodo y la maleza. Es una tercera batalla llena coraje y honor. La hiedra cual voraz gigante engulle con sus brazos de hoja y rama las orillas del estanque, el lodo y otros restos naturales se atrincheran en el fono, poniendo resistencia a una pala que se atasca en contadas ocasiones.

 

La lucha se prolonga durante horas, el estanque es rescatado, la siembra está más cerca ya, pero oscuras sombras, desenterradas de lo hondo del fango resurgen para poner negros presagios en el futuro próximo.

 


El huerto de los hermanos J – Capitulo 2

Segundo capítulo del Huerto de los hermanos J «Estercar es vida»

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El huerto de los Hermanos J – Capítulo 1

Desde la Gatina queremos anunciaros la creación de una nueva sección de contenidos: “El huerto de los hermanos J”. Donde podréis seguir el proceso de recuperado y creación de un huerto en el pueblo de Gata.
Esperamos que deis una gran acogida a su realizador JP Pérez, un joven serrano que nos muestra una visión cercana de nuestra tierra.

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Esperamos vuestros comentarios

 

Capítulo 1

comenzamos el huerto y lo primero es reconvertir un terreno que llevaba años y años en barbecho, a una tierra cultivable. Patrick abría camino, JP removía la tierra y luego vuelta a empezar.
Primera sesión con un trabajo duro duro, cavar y cavar. Pero tras dos horas y media tenemos ya el terrenito sin cospedes, con la tierra suelta y sin terrones.
Las azadas a toda máquina pero parando a echar una carava y unas risas.
De momento ya hemos dado el primer paso.